La Architectural League of New York ha anunciado los ganadores de su 42º ciclo del Premio de League Prize para Jóvenes Arquitectos + Diseñadores. El tema de esta edición de la competición fue "Incómodo", pidiendo a los jóvenes diseñadores que contemplen su posición mientras luchan con muchas responsabilidades incómodas, como desafiar los paradigmas tradicionales, desmantelar legados arquitectónicos, luchar con los costos de la comodidad o responder a las crecientes preocupaciones ecológicas.
Establecido en 1981, el concurso está abierto a jóvenes arquitectos y diseñadores en un esfuerzo por reconocer el trabajo visionario de jóvenes profesionales. El tema de este año fue desarrollado por el Comité de Jóvenes Arquitectos + Diseñadores 2023, que incluyó a los recientes ganadores del League Prize, Jose Amozurrutia, Germane Barnes y Jennifer Bonner. El jurado incluyó al comité además de Barbara Bestor, Wonne Ickx, Kyle Miller y Tya Winn.
Sigue leyendo para descubrir los perfiles de los 6 ganadores.
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Katie MacDonald y Kyle Schumann fundaron After Architecture en 2012 como estudiantes de pregrado en la Universidad de Cornell. En respuesta a la complicidad de la industria de la construcción en la crisis ambiental, el estudio con sede en Charlottesville, Virginia, aboga por resurgir y avanzar en técnicas y materiales de construcción sostenibles preindustriales. Al mismo tiempo, es bajo y de alta tecnología, combinando tecnologías computacionales emergentes con materiales biogénicos de origen local para producir un lenguaje formal distintivo "reframing the relationship between biology, technology, and authorship", en palabras del estudio.
Miles Gertler de Common Accounts
Miles Gertler fundó Common Accounts con Igor Bragado en 2016. En sus propias palabras, el estudio experimental de diseño con sede en Toronto y Madrid está "más atado a redes de colegas, política y almacenamiento de archivos que a nociones tradicionales de lugar y práctica". A través de una variedad de medios, se involucra con lo cotidiano, aunque a veces tabú, los protocolos espaciales y tecnológicos que rodean el auto-diseño y el cuerpo humano. Explorando temas desde la aptitud física y la cirugía estética hasta los funerales y la atención a la muerte, las audaces experimentaciones del estudio empujan tanto el diseño como el discurso público más allá de sus zonas de confort.
Joseph Altshuler y Zack Morrison de Could Be Design
Joseph Altshuler y Zack Morrison fundaron Could Be Design en 2015. La práctica de diseño con sede en Chicago y Urbana, Illinois, imagina el entorno construido como un ser animado con su propia agencia. Usando colores vibrantes y formas caprichosas, los proyectos de Could Be Design celebran esta animación, invitando a los usuarios "a encontrar comodidad (e incluso deleite) en la incomodidad y la humildad integral a un mundo en el que los humanos no reclaman una dominación privilegiada", en palabras del estudio. Desde interiores comerciales exuberantes hasta arte público interactivo, la práctica abraza la alegría de la creación de lugares.
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Con sede en Albuquerque, Sarah Aziz es una diseñadora que investiga patrones de migración en diferentes escalas y contextos. Lindsey Krug, con sede en Chicago y Milwaukee, es una diseñadora que se enfoca en el papel del entorno construido en la reificación de tabúes y desigualdades corporales. Desde 2020, Aziz y Krug comparten una práctica de diseño e investigación a larga distancia. Juntos, investigan y desestabilizan lo pasado por alto y lo cotidiano, desde las tiendas de dólar hasta los arbustos rodantes, a través de gráficos provocativos, investigación e instalaciones.
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Daisy Ames fundó Studio Ames en la ciudad de Nueva York en 2017. La oficina de investigación y diseño arquitectónico responde a dos de las crisis más apremiantes del entorno construido: la crisis de la vivienda y la crisis climática. Interviniendo en el nexo de ambos, el trabajo de la práctica examina la política de vivienda, la segregación y la represión, así como materiales y técnicas de construcción sostenibles. Los resultados iluminan elementos a menudo invisibles del entorno construido y ofrecen un desafío a los paradigmas domésticos tradicionales.
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Sean Canty fundó su estudio homónimo en Boston en 2017. El estudio se dedica a exploraciones geométricas, haciendo preguntas sociales sobre tipologías de vivienda tradicionales y formas arquitectónicas. En sus propias palabras, Studio Sean Canty tiene como objetivo "ayudar a establecer una nueva normalidad en el diseño residencial, una que enfatice la colectividad, la vida comunitaria y una mayor densidad". A través de contorsiones y remezclas espaciales, los diseños de Canty abrazan tanto las tensiones sociales como formales internas a cada proyecto.
Noticias y perfiles de ganadores vía Architectural League of New York Committee
